Lo que comenzó como un secreto entre los futuros abuelos se transformó en una noticia que llenó de alegría a amigos y familiares. Conoce la historia.

Lo que comenzó como un pequeño secreto entre los futuros abuelos, se convirtió en una noticia que llenó de alegría a sus amigos y familiares. «Nadie sabía nada. Solo nosotros dos», explicaron, detallando que la idea del cartel surgió de la ansiedad y la emoción que sentían mientras esperaban el nacimiento. «Queríamos compartir nuestra felicidad, pero de una forma especial. No podíamos esperar más», confesaron entre risas.

Candelaria y Matías, los padres de Cruz, también forman parte de esta historia de felicidad en medio de un contexto complicado. Para la pareja, este bebé no es solo el primer nieto, sino un símbolo de amor y unión en un momento en que las noticias buenas parecen escasear.

«Es el primer nieto de la familia en general», agregaron con orgullo, dejando claro que Cruz no solo es esperado con ansias por sus abuelos, sino por toda la familia. El cartel en la carnicería fue una forma original y emotiva de compartir esta buena nueva con todos aquellos que aún no conocían la noticia.

Forte, que no dudó en destacar el valor de historias como esta, reflexionó al aire sobre la importancia de contar momentos felices en tiempos difíciles. «Hay que contar cosas lindas, pasan cosas lindas», comentó, resaltando cómo, a pesar de los desafíos, existen motivos para sonreír y compartir la felicidad.

Esta pequeña gran historia nos recuerda que, en medio de las dificultades cotidianas, los gestos de amor y alegría siguen siendo el motor que impulsa a las personas a seguir adelante. Un simple cartel en una carnicería, una charla espontánea en la calle y la magia de contar lo que realmente importa: la llegada de un nuevo integrante a la familia.