El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha anunciado una nueva directriz que impide a los educadores expresar opiniones personales sobre temas como la religión, sexualidad, etnia, política o género. Esta medida, que aplica para docentes, directores, supervisores y trabajadores no docentes de las escuelas porteñas de gestión pública o privada, busca preservar un ambiente académico neutral y garantizar que la formación de los estudiantes se desarrolle sin inclinaciones ideológicas particulares.

Según indicaron voceros del Ministerio de Educación, la normativa pretende evitar que los puntos de vista individuales influyan en la percepción de los alumnos, fomentando un espacio donde predomine el respeto y la diversidad de opiniones entre la comunidad estudiantil. Se trata de una acción preventiva para promover un aprendizaje basado en criterios objetivos y en el conocimiento científico.

La norma también contempla que si algún estudiante plantea alguna inquietud sobre los temas mencionados el docente deberá informar al equipo de conducción para que los equipos especializados puedan intervenir y brindar el acompañamiento necesario al estudiante y su familia en cada situación.

No obstante, la decisión ha generado un intenso debate. Mientras que algunos sectores consideran que la medida refuerza la imparcialidad en la educación, otros argumentan que podría limitar la libertad de expresión de los docentes y obstaculizar la discusión crítica del aula. 

En respuesta a las críticas, funcionarios del Gobierno porteño han resaltado que la normativa se implementa con carácter de excepción, con el fin de evitar la divulgación de posturas partidarias o ideológicas que puedan influir en la diversidad del pensamiento de los estudiantes. Aseguran que se realizará un seguimiento de la medida para evaluar sus efectos en la práctica diaria de la enseñanza.

Con esta política, las autoridades de Buenos Aires se adentran en un terreno sensible que podría marcar un precedente en la relación entre el Estado y la comunidad educativa, y cuyo desarrollo será observado de cerca por distintos sectores de la sociedad.