El sarampión se extiende rápidamente desde Estados Unidos hasta Argentina, afectando a varios países del continente. Los expertos alertan sobre su alta contagiosidad y la baja tasa de vacunación.
En 2025, los casos confirmados de sarampión en América aumentaron de 91 a 507, lo que representa un incremento de cinco veces en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este brote afecta a varios países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, México y Argentina, donde la enfermedad, que parecía erradicada, ha vuelto a causar alarma.
La propagación del sarampión se asocia principalmente con un escepticismo creciente hacia las vacunas y una baja cobertura de inmunización en ciertas áreas. En Estados Unidos, los brotes se han detectado en estados como Texas y Nueva México, y autoridades han emitido alertas de contagio, especialmente en zonas con baja tasa de vacunación, como en Washington D.C.
En Argentina, el sarampión ha resurgido tras 25 años sin casos. El Ministerio de Salud ha intensificado las campañas de vacunación, aplicando dosis adicionales a niños en riesgo y exigiendo la acreditación de vacunación para quienes estuvieron en contacto con casos sospechosos.
Los expertos insisten en la importancia de la inmunización para evitar la propagación del virus. Las autoridades continúan luchando contra la resistencia a la vacuna, que sigue siendo uno de los principales obstáculos para erradicar la enfermedad definitivamente.






