El histórico complejo turístico de Chapadmalal podría evitar su venta si prospera una propuesta que lo mantenga como espacio público. En medio del debate, surgen ideas como subsidios, convenios con privados y modelos cooperativos.
El complejo, que desde 1945 representa el turismo social argentino, enfrenta hoy el riesgo de ser privatizado. El recorte de fondos dispuesto por el DNU del presidente Javier Milei dejó al complejo de Chapadmalal sin el respaldo estatal que, en su momento, cubría cerca del 70% de sus costos operativos. Esta decisión provocó la interrupción de las obras de recuperación y mantenimiento iniciadas durante la gestión anterior.
El Gobierno nacional busca avanzar con la concesión o venta de sus nueve hoteles, mientras distintos sectores reclaman su preservación como patrimonio público. El diputado Gustavo Pulti presentó un proyecto en la Legislatura bonaerense para frenar la medida y defender su uso social.
Frente al dilema, una propuesta intermedia toma fuerza: mantener el espacio bajo gestión estatal, pero con nuevas formas de financiamiento. Entre las ideas se destacan los subsidios parciales, la entrega de vouchers turísticos y convenios con organizaciones privadas que puedan aportar recursos sin cambiar el espíritu del lugar.
Un modelo cooperativo cercano ya demostró que es posible sostener un complejo vacacional sin apoyo del Estado. A pocos kilómetros funciona RCT, una cooperativa que desde hace más de 40 años opera con eficiencia, con sus propios aportes y bajo una gestión democrática. En su momento, incluso se integró a una red internacional de turismo compartido, lo que elevó su nivel de servicios.






