Miles de fieles y líderes mundiales se reunieron en la Plaza de San Pedro para rendir homenaje al pontífice argentino. La ceremonia estuvo cargada de emoción, respeto y simbolismo. El mundo despidió a Francisco en un evento que quedará en la historia.
La Plaza de San Pedro se colmó de miles de fieles que viajaron desde todos los rincones del mundo para despedir al papa Francisco. Con gestos de profundo respeto, líderes religiosos y políticos acompañaron la ceremonia bajo un cielo solemne. Las palabras de despedida resonaron en un ambiente cargado de emoción.
Durante la ceremonia, se destacaron momentos de recogimiento, cánticos litúrgicos y mensajes que recordaron el legado de Francisco. El pontífice, conocido por su cercanía con los más humildes y su llamado a la paz mundial, fue homenajeado con aplausos y oraciones. Los rostros emocionados reflejaban la magnitud del momento.
Al finalizar, una procesión solemne acompañó el traslado del féretro mientras las campanas de la basílica repicaban. El Vaticano vivió así una jornada histórica que quedará grabada en la memoria colectiva. El mundo entero rindió homenaje al papa que marcó una era de cambios y esperanza.






