Cada vez más mujeres menores de 40 años se someten a cirugías faciales y tratamientos estéticos. El cirujano Leandro Baseggio advierte que la demanda precoz plantea nuevos desafíos y cuidados.

En los últimos meses, se ha incrementado notablemente la cantidad de mujeres menores de 40 años que consultan por cirugías faciales o directamente se las realizan. Así lo indicó el cirujano plástico Leandro Baseggio, quien destacó que esta tendencia representa un cambio generacional frente a lo que antes era común recién a partir de los 50 años.

Baseggio explicó que muchas pacientes jóvenes buscan mejorar su apariencia facial a través de procedimientos como el lifting, que reposiciona el rostro y el cuello, o bien tratamientos menos invasivos como botox y rellenos. Según él, la naturalidad de los resultados actuales motiva a más mujeres a dar este paso antes de lo que era habitual.

El especialista también subrayó la importancia de realizar estos tratamientos con profesionales certificados y en instituciones habilitadas. Aclaró que los riesgos aumentan cuando se recurre a productos no aprobados, médicos sin experiencia o quirófanos no autorizados.

“La mayoría de los casos problemáticos de mala praxis surgen por errores acumulados o excesos en alguno de los pasos”, señaló Baseggio. Por eso, remarcó que una buena elección del profesional y del lugar donde se realiza el procedimiento es clave para garantizar la seguridad.

Aunque las mujeres son mayoría en este tipo de intervenciones, también creció la demanda masculina. Las principales preocupaciones de los pacientes, según Baseggio, giran en torno a si el resultado será natural o si el rostro quedará artificial. “El objetivo es armonizar, no transformar en alguien irreconocible”, concluyó.