La posibilidad de que los ganadores no encabecen las listas encendió la interna peronista y profundizó el malestar en sectores clave. La decisión abrió una grieta interna y deja dudas sobre la capacidad del PJ para presentar una lista competitiva ante JSRN y LLA.
El desencuentro ha profundizado una grieta interna que amenaza con fragmentar al espacio peronista en una coyuntura electoral donde la unidad es fundamental para competir contra fuerzas políticas consolidadas como Juntos Somos Río Negro (JSRN) y la alianza del Frente de Todos (LLA). La falta de consenso genera incertidumbre sobre la capacidad del PJ para presentar un frente cohesionado y competitivo que pueda disputar cargos legislativos y ejecutivos en la provincia.
Diversos referentes del partido han manifestado su preocupación por el impacto que esta situación podría tener en la imagen pública del PJ, en especial en sectores de la militancia juvenil y en intendencias clave donde el oficialismo busca mantener su presencia. La disputa por las candidaturas pone en jaque las estrategias electorales y obliga a una revisión urgente del mecanismo de definición de listas para evitar fugas de votos o rupturas que podrían beneficiar a sus adversarios políticos.
Analistas locales advierten que esta crisis interna podría repercutir más allá de Río Negro, afectando la cohesión del peronismo a nivel regional y generando oportunidades para que JSRN consolide aún más su liderazgo en la provincia. En ese contexto, las negociaciones internas y el manejo político del conflicto serán decisivos para el futuro del PJ rionegrino.
Mientras tanto, las bases partidarias exigen mayor transparencia y participación en las definiciones, reclamando que las candidaturas reflejen la voluntad popular expresada en las internas y no decisiones tomadas en oficinas alejadas de la realidad de los militantes y votantes.






