La ansiedad aparece cuando sentimos que no tenemos el control. En tiempos inciertos, esta sensación se intensifica, y muchas veces no sabemos cómo calmarla. Aprender a gestionarla es clave para el bienestar.
Lo primero es reconocerla: no se trata de ignorarla ni de luchar contra lo que sentimos, sino de aceptar que la ansiedad es una reacción natural del cuerpo ante el estrés o el miedo.
Una herramienta útil es llevar la atención al presente. Respirar profundo, sentir los pies en el suelo o hacer una actividad manual pueden ayudarte a calmar el sistema nervioso.
También ayuda limitar el consumo de noticias o redes sociales si sentís que te sobrecargan. Filtrar lo que consumís te permite proteger tu energía mental.
Hablar con alguien de confianza o buscar acompañamiento profesional también puede ser un paso clave. No estás solo, y muchas veces, compartir lo que te pasa alivia más de lo que pensás.





