El presidente habló en el aniversario de la Bolsa de Comercio y minimizó el impacto de las leyes votadas por el Senado que aumentan el gasto público. Insistió en que las vetará o las judicializará, y aseguró que no abandonará su rumbo económico.

Durante el acto por el 171° aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Javier Milei brindó un discurso encendido ante empresarios y operadores del mercado. Allí, se refirió a la reciente aprobación en el Senado de leyes que aumentan el gasto público, como la suba de jubilaciones y pensiones, asegurando que estos reveses legislativos “pueden pasar” y que “hay que enfrentarlos”. Afirmó que su gobierno vetará esas normas, y si el veto no prospera, recurrirá a la Justicia.

Milei buscó calmar al mercado destacando que, en el peor de los escenarios, el impacto será limitado y transitorio. “La única diferencia es que bajará menos el crecimiento”, afirmó, mientras reiteró que su administración no se desviará de su plan de equilibrio fiscal y ortodoxia monetaria. Además, lanzó una advertencia a la oposición y al Poder Judicial, confiando en revertir cualquier decisión desfavorable tras las elecciones legislativas de octubre.

En su discurso, el presidente volvió a utilizar conceptos económicos como el “óptimo de Pareto” para refutar las críticas a su modelo. Aseguró que las llamadas “fallas de mercado” no existen si los intercambios son voluntarios, y apuntó contra el rol del Estado como fuente de distorsión y violencia en la economía. Sin mencionarlo directamente, criticó nuevamente al gobernador Axel Kicillof, a quien acusó de representar ideas keynesianas que “matan el crecimiento”.

Con el apoyo explícito de referentes empresariales, entre ellos Eduardo Eurnekian, Martín Rappallini y Claudio Cesario, Milei cerró su exposición afirmando que “Argentina será una potencia mundial en 30 o 40 años” si mantiene el rumbo actual. Su discurso fue recibido con aplausos y señales de respaldo por parte del auditorio, en un clima donde se combinó la preocupación por la coyuntura y la expectativa por un cambio estructural.