Tras su fallecimiento a los 76 años, fanáticos de todo el mundo convirtieron su estrella en el Paseo de la Fama en un altar lleno de recuerdos. El legendario músico había pedido que su despedida fuera una celebración de vida, no una ceremonia triste.

La estrella de Ozzy Osbourne en el Paseo de la Fama de Hollywood se transformó en un emotivo altar tras conocerse la noticia de su fallecimiento a los 76 años. Fanáticos de todas las edades se acercaron al lugar para rendirle homenaje, algunos con remeras de Black Sabbath, otros en silencio, dejando flores, velas, fotos y discos.

El letrero del metro de Los Ángeles también se sumó a los homenajes con un emotivo mensaje: “Descansa en paz, Ozzy Osbourne. Siempre serás recordado como el rebelde favorito del rock ‘n’ roll”. La estación se llenó de frases que recordaban su impacto musical y su personalidad única.

En vida, el propio Ozzy había hablado sobre cómo quería que fuera su despedida: una celebración alegre, sin lágrimas. “No quiero que mi funeral sea triste, sino un momento para decir ‘gracias’”, había dicho en entrevistas. También mencionó que prefería canciones de The Beatles a sus propios éxitos.

Con una carrera marcada por el talento, la transgresión y el carisma, Ozzy Osbourne dejó un legado imborrable. Su despedida en las calles de Hollywood fue el reflejo de lo que él deseaba: un último adiós lleno de amor, música y gratitud.