El gobierno estadounidense actualizó los procesos de naturalización e impuso cambios significativos que afectan a millones de inmigrantes.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) anunció nuevas modificaciones en los procedimientos para solicitar la ciudadanía, incluyendo la actualización de formularios obligatorios y cambios en los requisitos documentales. La medida, que ya está en vigencia, impactará directamente en miles de personas que se encuentran en proceso de naturalización.
Entre los cambios más relevantes se encuentra una nueva versión del formulario N-400, que ahora exige mayor detalle en los antecedentes del solicitante y pruebas adicionales de permanencia legal en el país. También se añadieron requisitos específicos para quienes hayan vivido fuera del territorio estadounidense por períodos prolongados.
Las autoridades migratorias justificaron los ajustes como parte de un esfuerzo por modernizar el sistema y prevenir fraudes. Sin embargo, organizaciones defensoras de derechos migratorios advirtieron que las nuevas condiciones podrían traducirse en obstáculos burocráticos para los solicitantes más vulnerables, especialmente aquellos con menos recursos legales o económicos.
Además de los formularios, se endurecieron los controles biométricos y se actualizaron los criterios de elegibilidad relacionados con antecedentes penales y vínculos con actividades consideradas riesgosas. Desde USCIS recomiendan que todos los interesados consulten con abogados especializados antes de iniciar el trámite para evitar rechazos.
El anuncio generó preocupación en muchas comunidades migrantes, que ahora deberán reevaluar sus posibilidades bajo este nuevo escenario. Aunque el proceso de ciudadanía sigue abierto, la sensación general es que los requisitos se han vuelto más exigentes y menos accesibles para quienes no cuentan con asistencia profesional.






