Después de 41 años de búsqueda, se confirmaron mediante pruebas genéticas los restos de Diego Fernández Lima, desaparecido a los 16 años en 1984. Su cuerpo fue hallado en el jardín de una casa en Coghlan, donde vivía un excompañero de colegio, hoy principal sospechoso.
El hallazgo de restos óseos en una casa del barrio porteño de Coghlan resolvió uno de los misterios más antiguos del país: la desaparición de Diego Fernández Lima, quien fue visto por última vez en julio de 1984, cuando tenía apenas 16 años. El descubrimiento ocurrió en mayo de 2025 en el jardín de una vivienda ubicada en Congreso 3742, y fue recientemente confirmado mediante análisis genéticos. El caso, que mantuvo en vilo a su familia durante cuatro décadas, se transformó ahora en una causa judicial por presunto homicidio.
El lugar donde apareció el cuerpo pertenecía, en ese entonces, a Cristian Graf, un excompañero de Diego en la escuela técnica y actual sospechoso de haber cometido el crimen. Aunque no eran amigos íntimos, compartían intereses similares, como las motos. Graf, hoy de 58 años, es investigado por la justicia, que intenta reconstruir el vínculo entre ambos y entender qué ocurrió el día de la desaparición.
Los informes forenses detectaron una fractura en una costilla, que sugiere una muerte violenta, así como signos de manipulación del cuerpo antes de ser enterrado. El fiscal Martín López Perrando lidera la investigación, que incluye la declaración de excompañeros de escuela para obtener más datos. Sin embargo, el paso del tiempo representa un obstáculo legal: al haber transcurrido más de 40 años, la acción penal prescribió.
A pesar de esto, la familia de Diego no baja los brazos. Además de exigir verdad y justicia, impulsa la creación de una «Ley Diego» que permita reabrir crímenes antiguos y evitar que la impunidad proteja a posibles responsables. La desaparición del joven, que había salido de su casa rumbo a la de un amigo, dejó una marca en su entorno. Ahora, la reconstrucción de lo que pasó busca no solo dar respuestas, sino también sentar un precedente legal.






