El actor falleció este domingo a los 87 años. Reconocido por su papel como el General Zod, tuvo una carrera audaz y diversa que lo convirtió en un ícono del cine británico y una figura inolvidable para varias generaciones.

Stamp nació en el East End de Londres en 1938 y vivió los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial durante su infancia. Se formó como actor en la Webber Douglas Academy y debutó en el cine con Billy Budd (1962), por la que fue nominado al Oscar. Desde entonces, fue parte de la generación dorada del cine británico de los años 60.

A lo largo de su carrera trabajó con grandes directores como William Wyler, Ken Loach y Pier Paolo Pasolini. Su voz grave, su magnetismo y una presencia escénica hipnótica lo convirtieron en uno de los rostros emblemáticos del Swinging London, destacándose en películas como El coleccionista y Teorema.

Su regreso al cine de masas llegó con Superman (1978) y Superman II (1980), donde su interpretación de Zod se volvió de culto. Más tarde, sorprendió al público con su papel como Bernadette en Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (1994), reafirmando su versatilidad. También actuó en Star Wars: La amenaza fantasma, Valkyrie, The Adjustment Bureau y Last Night in Soho, su última aparición en pantalla.