Dos figuras clave del ala libertaria cercana al presidente Javier Milei, Úrsula Basset y Nahuel Sotelo, dejaron sus cargos en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Ambos habían llegado con Diana Mondino para impulsar una agenda ideológica contraria a la perspectiva de género y la Agenda 2030.
La Cancillería atraviesa un reordenamiento interno con la salida de Úrsula Basset y Nahuel Sotelo, identificados con “Las Fuerzas del Cielo”, el sector más ideológico del oficialismo. Ambos habían sido designados durante la gestión de Diana Mondino, con el objetivo de instalar una agenda de fuerte impronta libertaria en materia de derechos humanos y cooperación internacional.
Basset, quien se desempeñaba como directora de Derechos Humanos, no abandonará el Estado sino que se trasladará al Ministerio de Justicia. En tanto, Sotelo —hasta ahora secretario de Culto— regresará a su banca en la Legislatura bonaerense.
Estos movimientos se dan luego de la designación de Gerardo Werthein como nuevo canciller, lo que habría reducido la influencia del ala más ideológica en la conducción de la política exterior. Fuentes diplomáticas señalan que la llegada de Werthein marca un intento de redireccionar la estrategia internacional hacia un perfil más institucional y menos confrontativo.
En este contexto, la Cancillería parece inclinarse por una línea de gestión orientada a normalizar las relaciones diplomáticas y retomar vínculos con organismos multilaterales. Aunque sectores libertarios reconocen que pierden peso en el diseño de la agenda exterior, aseguran que seguirán teniendo espacios de influencia dentro del Gobierno.






