La economía argentina atraviesa un escenario crítico mientras se acercan las elecciones de octubre. Según distintos estudios e informes, los consumidores ajustan sus gastos en diversos sectores, reflejando un deterioro en el poder adquisitivo y cambios en los hábitos de consumo.
En alimentos básicos, el 48 % de los argentinos declara haber reducido su gasto, de acuerdo con el informe Consumer Pulse Latam 2025 de Bain & Company.
En vestimenta e indumentaria, un 39 % de las personas reporta haber recortado su gasto, mientras que el consumo real de ropa cayó un 21 % en 2024, según datos de Bain & Co y CIAI.
El recorte de gastos se extiende al sector gastronómico y de esparcimiento: un 32 % de los consumidores disminuyó las salidas a restaurantes y un 28 % redujo pedidos de delivery. El mismo estudio indica que productos de cuidado personal, higiene y cosmética registraron un recorte del 22 %, y las bebidas alcohólicas cayeron un 21 % según la percepción de los consumidores.
En transporte y movilidad, un 20 % de la población reportó haber disminuido sus gastos, mientras que el consumo masivo, que abarca supermercados y bienes de uso diario, sufrió una caída acumulada del 6,5 % interanual en el primer cuatrimestre del año, según informes citados en Economis y medios afines.
Por su parte, las ventas minoristas y de supermercados muestran un comportamiento errático. Entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, las cadenas de supermercados registraron una contracción del 11 %, reflejando la volatilidad en el consumo.
Estos datos configuran un panorama económico complicado, en el que la inflación y la pérdida de poder adquisitivo impactan directamente en los hábitos de los argentinos, justo en el marco del calendario electoral.






