Celeste Magalí Guerrero, una de las detenidas por el caso, declaró ante la Justicia que las víctimas habrían sido asesinadas tras el robo de droga a una organización liderada por Lázaro Sotacuro. Su testimonio ubica también a “Pequeño J” como partícipe en la planificación.
En el marco de la investigación por el triple crimen de Florencio Varela, una de las detenidas, Celeste Magalí González Guerrero, brindó una declaración que compromete a Lázaro Víctor Sotacuro y a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”. Según su testimonio, las tres víctimas habrían sido asesinadas tras el robo de unos 30 kilos de cocaína pertenecientes a Sotacuro.
La mujer relató que conoció a los principales acusados por intermedio de su pareja, Miguel Ángel Villanueva, y que el día de los hechos varios de los implicados se reunieron en su vivienda, donde las víctimas llegaron engañadas con la excusa de una reunión social. En su testimonio, describió cómo se desarrollaron los hechos y las tareas posteriores que habrían realizado los acusados para ocultar los cuerpos.
Guerrero aseguró además que Sotacuro ocupaba un rol superior dentro de la estructura y que era quien daba las órdenes, mientras que “Pequeño J” actuaba bajo sus indicaciones. También afirmó que otro integrante del grupo, identificado como Matías Agustín Ozorio, se encargaba de distribuir estupefacientes en la zona junto a otros colaboradores.
El fiscal a cargo incorporó el testimonio de Guerrero al expediente, que se suma a las pericias y declaraciones previas. La investigación busca determinar el grado de responsabilidad de cada uno de los detenidos y confirmar si el móvil del crimen estuvo efectivamente vinculado con el robo de droga dentro de una red delictiva.






