El consumo, la industria y el trabajo muestran una caída sostenida en todo el país. En la provincia de Buenos Aires se perdieron más de 88 mil empleos registrados desde 2023. Comercios y pymes advierten por la fuerte contracción de la actividad y la falta de medidas para reactivar el mercado interno.

Los últimos datos confirman una caída generalizada del consumo, la producción y el empleo en la Argentina. Las ventas por el Día de la Madre, una de las fechas más importantes para el comercio minorista, retrocedieron 3,5% interanual a precios constantes, marcando el cuarto descenso consecutivo. El dato refleja la pérdida de poder adquisitivo de las familias y la menor capacidad de gasto en los hogares.

El consumo masivo también muestra señales de debilidad. En septiembre, bajó 4% frente al mismo mes del año pasado y 3,7% respecto de agosto. Los supermercados y mayoristas fueron los más afectados, mientras los consumidores se vuelcan cada vez más a los almacenes y comercios de barrio en busca de precios más accesibles. La caída del consumo, sumada a la inflación y la falta de crédito, golpea con fuerza al comercio y a las pymes.

El panorama laboral no es mejor. Entre noviembre de 2023 y julio de 2025, la provincia de Buenos Aires perdió 4.472 empleadores y 88.460 puestos de trabajo registrados. El total de trabajadores formales cayó de 3,23 millones a 3,14 millones. En paralelo, la construcción y la industria manufacturera también retrocedieron —1,8% y 2,3% respectivamente— por la falta de inversión y la menor demanda interna. En este contexto, el rumbo económico del presidente Javier Milei enfrenta cuestionamientos por el deterioro de la actividad y la ausencia de políticas para sostener el empleo y el consumo.