Con cientos de kilos de carne y más de 50 personas involucradas, Tandil vuelve a desafiar los límites en su tradicional Festival del Salame con Denominación de Origen. Este año buscará recuperar el récord frente a San Andrés de Giles, que logró un ejemplar de 469,18 metros.

La ciudad de Tandil se prepara para una nueva edición del Festival del Salame con Denominación de Origen, que se realizará el 8 y 9 de noviembre sobre la Diagonal Arturo Illia, en el acceso al Parque Independencia. En esta oportunidad, los productores locales intentarán batir el récord del salame más largo del mundo, que actualmente pertenece a San Andrés de Giles con 469,18 metros. Desde 2014, cuando Tandil presentó su primer salame gigante de 16,1 metros, la competencia ha crecido año a año y se ha transformado en una celebración que reúne tradición, producción y orgullo regional.

El proceso de elaboración del salame récord requiere cientos de kilos de carne fresca y la participación de más de 50 personas en cada etapa: desde el embutido y estacionamiento hasta el traslado y la degustación durante el festival. La iniciativa nació del Consejo de la Denominación de Origen, que en 2011 obtuvo la primera certificación de este tipo para un alimento agroindustrial argentino. Según sus impulsores, más allá del récord, el objetivo es visibilizar la calidad del producto y la historia chacinera de más de un siglo que distingue a Tandil.

El festival ofrecerá una variada propuesta gastronómica con fogones, foodtrucks, patio cervecero y espectáculos para toda la familia. Se servirán más de 10.000 porciones del salame más largo del mundo, además de platos tradicionales como bondiolas, chorizos, matambres y bifes al disco. También habrá concursos de embutido, clínicas de cocina y actividades infantiles. “El festival es sinónimo de Tandil y refleja la cultura chacinera argentina”, destacó Juana Echezarreta, presidenta del Consejo de la Denominación de Origen.