El expresidente estadounidense Donald Trump reaccionó con dureza luego del tiroteo ocurrido en Washington, donde dos guardias resultaron heridos al recibir disparos durante un ataque que conmocionó a la capital. El episodio, que generó preocupación en los servicios de seguridad federales, encendió de inmediato respuestas políticas, y Trump fue uno de los primeros en pronunciarse públicamente.

A través de un mensaje contundente, el exmandatario aseguró que el responsable del ataque “pagará un precio muy alto”, en una declaración que buscó transmitir firmeza y que rápidamente se viralizó. Su tono encendió debate en redes sociales y entre analistas, que remarcaron que la frase se inscribe en el estilo confrontativo que lo caracteriza desde su paso por la Casa Blanca.

El ataque ocurrió en un área de alta sensibilidad institucional, lo que activó protocolos especiales del Servicio Secreto y de las fuerzas de seguridad locales. Según fuentes oficiales, los guardias heridos fueron trasladados a un hospital cercano y permanecen bajo estricta vigilancia médica. Sus identidades se mantienen bajo reserva por razones de seguridad.

Mientras avanza la investigación, las autoridades buscan establecer si el tirador actuó solo o si forma parte de una red más amplia, aunque por el momento los indicios señalan que se trató de una acción individual. La zona permaneció acordonada por varias horas y se analiza material fílmico de cámaras de vigilancia para reconstruir cada detalle del ataque.

La reacción de Trump también generó ruido político: sus seguidores celebraron el mensaje como una muestra de liderazgo, mientras críticos señalaron que sus palabras podrían fomentar tensiones en un país ya marcado por episodios recurrentes de violencia armada. La Casa Blanca evitó pronunciamientos directos sobre sus declaraciones, pero funcionarios insistieron en llamar a la calma y a esperar los resultados de la investigación.

En un clima cargado, el episodio vuelve a poner en foco la seguridad en Washington y la escalada de ataques contra edificios y personal federal. La investigación continúa con máxima reserva, mientras el país sigue pendiente de la evolución del estado de los guardias heridos y de la identidad y motivación del agresor.