La CGT volvió a encender las alarmas tras advertir que el Consejo de Mayo, una de las principales apuestas institucionales del Gobierno, excluiría a los gremios de debates centrales sobre la reforma laboral y económica. Según la central sindical, el diseño del organismo refleja una intención de limitar el rol de los trabajadores y favorecer decisiones unilaterales del Ejecutivo.

Ante esta lectura, la conducción cegetista inició conversaciones con Karina Milei y el ministro Luis Caputo, quienes se mostraron dispuestos a escuchar planteos y explorar puntos de acuerdo. Para los gremios, la participación activa en el Consejo es indispensable para defender convenios colectivos, niveles salariales y estructura sindical.

El diálogo ocurre en medio de un clima político cargado, con sindicatos que analizan medidas de fuerza si no se modifica la propuesta oficial. Aunque el Gobierno insiste en que busca modernizar el sistema productivo, la CGT sostiene que cualquier cambio deberá contemplar a los trabajadores y no avanzar por fuera de los mecanismos tradicionales de negociación.