El fiscal Pablo Jávega clausuró la investigación formal sobre el asesinato de Nora Dalmasso, cometido en 2006, y presentó ante la justicia un pedido para que el parquetista Roberto Bárzola sea llevado a juicio. La solicitud se da en un contexto judicial complejo: la causa ya había pasado por un fallo que declaró prescripta la acción penal contra Bárzola, lo cual dejó el expediente sin imputados activos.

Según el fiscal, existen elementos probatorios —principalmente pericias genéticas que vinculan a Bárzola con muestras obtenidas en la escena del crimen— que justifican llevarlo a juicio por los delitos graves de abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte y violación de domicilio en concurso real. A pesar de que la prescripción legal complica una posible condena en sede penal tradicional, el pedido contempla la posibilidad de que se lo juzgue bajo modalidades que permitan avanzar con el esclarecimiento, incluyendo la opción de un juicio por la verdad que exponga ante la sociedad las responsabilidades que la fiscalía atribuye al acusado.

El caso sigue generando tensiones legales y sociales en Córdoba y en la opinión pública, donde persisten cuestionamientos por la duración del expediente y las decisiones procesales que, en distintos momentos, limitaron el avance de la causa. La familia de Dalmasso continúa su lucha para que el proceso alcance un veredicto definitivo que cierre, al menos judicialmente, uno de los femicidios más resonantes de la historia reciente argentina.