La detección de medicamentos en el Río de la Plata volvió a poner en evidencia las limitaciones del actual sistema de saneamiento. Las plantas de tratamiento de efluentes están diseñadas para eliminar materia orgánica y microorganismos, pero no logran remover de manera eficaz muchos principios activos presentes en los fármacos.

Entre las principales causas de esta contaminación se encuentran el descarte inadecuado de medicamentos vencidos por el inodoro o la basura común, los efluentes hospitalarios y la alta densidad poblacional del área que descarga sus residuos en la cuenca. Estos factores generan un aporte constante de contaminantes al río.

Los riesgos no se limitan al ambiente. Estudios científicos advierten que la exposición prolongada a bajas concentraciones de medicamentos puede afectar la biodiversidad y representar un desafío adicional para los procesos de potabilización del agua, que requieren tratamientos cada vez más complejos.

Frente a este escenario, los especialistas coinciden en la necesidad de implementar tecnologías avanzadas de tratamiento, reforzar las campañas de recolección segura de medicamentos y avanzar en políticas públicas integrales. El objetivo es reducir una forma de contaminación silenciosa que ya impacta de manera directa en el Río de la Plata y en la calidad del agua de millones de personas.