Un atentado con un coche bomba ocurrido en Moscú provocó la muerte de un alto jefe de operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas. La explosión se produjo en una zona urbana y generó una fuerte conmoción, tanto por la violencia del ataque como por el rango del funcionario que perdió la vida.

Según informaron fuentes oficiales, el artefacto explosivo fue detonado cuando la víctima se encontraba dentro del vehículo, lo que provocó una potente explosión que dañó automóviles cercanos y parte del entorno edilicio. Vecinos de la zona relataron haber escuchado un estruendo de gran magnitud y observaron una rápida llegada de ambulancias y fuerzas de seguridad.

Tras el ataque, se desplegó un amplio operativo policial y militar, con el corte de calles y la evacuación preventiva de algunos sectores. Peritos especializados trabajaron en el lugar para recolectar restos del explosivo y reconstruir la mecánica del atentado, mientras se revisaban cámaras de seguridad de la zona.

Las autoridades rusas calificaron el hecho como extremadamente grave y no descartaron que se trate de un ataque planificado y dirigido. La investigación quedó en manos de organismos federales, en un contexto marcado por una creciente tensión en materia de seguridad y amenazas contra figuras clave del ámbito militar.